Se fue todo, todo todillo. Tuve problemas con el hosting. Me indicaba que había problemas de espacio pero no en qué. Esta parte del internet nunca la entendí del todo, pero me pareció meritorio incursionar al menos lo suficiente para hacer que la tecnología funcione.
Todo empezó, como había contado en aquella historia hoy perdida por el reseteo, cuando decidí probar Software Libre. Hace apenas cinco años, el escenario era muy diferente. La terminal todavía tenía una importancia sobredimensionada, hoy casi todo se resuelve con la interfaz gráfica. Había contado también situaciones donde, en sentido reverso a la tecnología actual que nos lee a nosotros (preferencias, algoritmo, huellas digitales y más), logré salir de situaciones singulares hablando yo el idioma del software, abriendo su código cual pavo a rellenar.
Es que además había elegido como tema de tesis encontrar formas de promoción para el Software Libre. Tesis para una de mis carreras, Diseño Industrial con énfasis en Diseño Gráfico. En la FADA y fuera de ella se hace más común tomar más de una carrera universitaria, en forma secuencial pero incluso también en paralelo. Una opción popular es complementar Artes Visuales con Diseño Industrial con énfasis en Diseño de Productos. Lo conceptual y abstracto con lo concreto y material. Lo mío resulta similar pero en el sentido opuesto, ya que sería en lo textil donde plasmo las ideas que conceptualizo desde lo gráfico. O esa es la pretención.
Una buena parte de ambas carreras me la pagué justamente estampando remeras. Remeras personalizadas y al por mayor, creo que al haber aprendido serigrafía pude reorientar mejor mis esfuerzos en la facultad, ya tenía un norte. Hasta que eso se dio yo recursaba mucho e incluso tuve aplazos jeje.
Estando a veces en una carrera, a veces en otra como un saltamontes, me fui normalizando y cuando estaba viendo los primeros frutos de la regularidad la administración tuvo una idea. Un cambio de malla menor, que consistía en reubicar materias. Algunas que iba a tomar en un momento pasaron para semestres posteriores, otras se encimaron en los horarios, tocaba elegir… me lo tragué en la primera carrera que se dio eso pero me acabé quedando en la otra. Hasta que decidieron que ahí también tenían lindas ideas que otra vez iban a costarme años de vida, que iban a traerme problemas a mí. No, terminantemente no.
El microemprendimiento convivió con el insipiente gremialismo por un tiempo, hasta que el susodicho terminó agarrando más y más de mí. Y cual pulpo con sus tentáculos la Universidad Nacional de Asunción me tiene enredado al día de hoy con ambas carreras, una más cercana de su cierre que la otra, la representación estudiantil y una auxiliatura de cátedra. Y no parece que me vayan a soltar pronto, aunque me dejen probar otros sombreros. A éste punto tampoco ya sé si yo quisiera que me suelten jeje.
En un plot twist que nadie pudo ver venir, volví a una forma de emprendimiento. Por años me lo tuve bien guardado, pero encontré que la mejor forma de avanzar en mis estudios ocultos, de engancharme mejor y darles tiempo y práctica era tomar una faceta pública. Me suelen encontrar en ferias y en los pasillos de la facultad, orientándoles a mis compas y leyéndoles el Tarot.
La familia cambió bastante también. No hay miembros nuevos en nuestra rama (por suerte), pero sí hubo algunos movimientos, por causas de fuerza mayor. Y empecé a vivir solito hace unos meses, como consecuencia de ello, no porque lo haya deseado así (que lo deseaba, pero en otras circunstancias). Tardé en ajustarme, en particular con el silencio, un silencio que tanto disfruté las raras veces que tuve la casa familiar para mí en el pasado pero ya le estoy encontrando el hilo a esta nueva vida.
Aunque lamento mucho este reseteo (y estoy hablando del blog), por ejemplo recuerdo haberme servido más de una vez de esa entrada donde contaba cómo particionar e instalar Manjaro Linux, creo que lo que queda es recuperar lo esencial de lo que se perdió, sin la intención de hacer una restauración a un estado anterior, y seguir recopilando las cosas que se vienen.